1.24 ¿Por qué el pueblo de Israel vagó por el desierto durante cuarenta años?
Los antepasados de la nación que más tarde se llamó Israel se habían ido a Egipto en un momento de hambre. Más tarde fueron oprimidos como esclavos por el faraón de Egipto. Dios eligió a Moisés para liberar a su pueblo y llevarlo a una vida mejor en la Tierra que había prometido a sus antepasados siglos antes.
El faraón no quería dejar ir a los israelitas, por lo que Dios le envió desastres. Luego se permitió que la gente se fuera y viajaron por el desierto. Debido a que los israelitas no obedecieron a Dios y con frecuencia rompieron sus mandamientos, fueron castigados con 40 años de deambular antes de llegar a la Tierra Prometida.
¿Cómo se revela Dios en el Antiguo Testamento?
En el Antiguo Testamento Dios se revela como el Dios que ha hecho el mundo por amor y que es fiel al hombre incluso cuando éste se separa de él por el pecado.
Dios se da a conocer en la historia:
Sella con Noé una Alianza para salvar a todos los seres vivos. Llama a Abraham para hacer de él “padre de multitud de pueblos” (Gen 17,5b) y bendecir en él a “todas las familias de la tierra” (Gen 12,3b). El pueblo de Israel, nacido de Abraham, será su propiedad personal. Dios se da a conocer a Moisés por su nombre. Su nombre misterioso [Yahvé] significa “Yo soy el que soy” (Ex 3,14). Libera a Israel de la esclavitud en Egipto, sella una alianza en el Sinaí y por medio de Moisés da a su pueblo la ley. Una y otra vez envía Dios profetas a su pueblo, para llamarlo a la conversión y a la renovación de la Alianza. Los profetas anuncian que Dios establecerá una Alianza nueva y eterna, que realizará una renovación radical y la redención definitiva. Esta Alianza estará abierta a todos los hombres. [YouCat 8]
Cuarenta son los años de viaje del pueblo judío desde Egipto hasta la Tierra prometida, tiempo apto para experimentar la fidelidad de Dios: “Recuerda todo el camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho recorrer estos cuarenta años... Tus vestidos no se han gastado ni se te han hinchado los pies durante estos cuarenta años”, dice Moisés en el Deuteronomio al final de estos cuarenta años de emigración (Dt 8, 2.4). [Papa Benedicto XVI, Audiencia General, 22 de febrero de 2012]