2.11 ¿Cuáles son los orígenes de la Iglesia? ¿Cómo empezó todo?
Jesús reunió a los primeros apóstoles y así fundó la Iglesia. Nuestros actuales obispos y el Papa son los sucesores de los Apóstoles. Desde el principio, los apóstoles delegaron tareas a los obispos. La Iglesia está compuesta por los obispos junto con todos los demás fieles.
En la comunidad de la Iglesia aprendemos a vivir juntos y a orar apropiadamente. De esta manera estamos siendo preparados para vivir juntos con Dios en el cielo. Al hablar del Evangelio, también se les da la oportunidad a otras personas de unirse a esta comunidad, y así acercarse a Dios.
¿Qué significa "Iglesia"?
La palabra Iglesia viene del griego ekklesia = los convocados. Todos nosotros, quienes hemos sido bautizados y creemos en Dios, somos convocados por el Señor. Y juntos somos la Iglesia. Como dice san Pablo, Cristo es la Cabeza de la Iglesia. Nosotros somos su Cuerpo.
Cuando recibimos los sacramentos y escuchamos la Palabra de Dios, Cristo está en nosotros y nosotros estamos en él: esto es la Iglesia. La estrecha comunión de vida de todos los bautizados con Cristo es descrita en la Sagrada Escritura con una gran riqueza de imágenes. A veces se habla del Pueblo de Dios, otras de la esposa de Cristo; unas veces se llama madre a la Iglesia, otras, la familia de Dios o se la compara con los invitados a una boda. Nunca la Iglesia es una mera institución, nunca sólo la "Iglesia oficial", que uno podría rechazar. Nos irritarán las faltas y los defectos que se dan en la Iglesia, pero no nos podemos distanciar nunca de ella, porque Dios ha optado por ella de forma irrevocable y no se aleja de ella a pesar de todos sus pecados. La Iglesia es la presencia de Dios entre nosotros los hombres. Por eso debemos amarla. [Youcat 121]
¿Cuál es el origen y la consumación de la Iglesia?
La Iglesia tiene su origen y realización en el designio eterno de Dios. Fue preparada en la Antigua Alianza con la elección de Israel, signo de la reunión futura de todas las naciones. Fundada por las palabras y las acciones de Jesucristo, fue realizada, sobre todo, mediante su muerte redentora y su Resurrección. Más tarde, se manifestó como misterio de salvación mediante la efusión del Espíritu Santo en Pentecostés. Al final de los tiempos, alcanzará su consumación como asamblea celestial de todos los redimidos. [CCIC 149]
¿Para qué quiere Dios la Iglesia?
Dios quiere la Iglesia porque no nos quiere salvar individualmente, sino juntos. Quiere convertir a toda la humanidad en su pueblo.
Nadie alcanza el cielo de forma asocial. Quien sólo se preocupa de sí mismo y de la salvación de su alma, vive de forma asocial. Esto es imposible, tanto en el cielo como en la tierra. El mismo Dios no es asocial; no es un ser solitario, que se baste a sí mismo. El Dios trinitario es en sí "social", una comunión, un eterno intercambio de amor. Según el modelo de Dios, el hombre está hecho para la relación, el intercambio, el compartir y el amor. Somos responsables unos de otros. [Youcat 122]
Los apóstoles recibieron el Evangelio para nosotros del Señor Jesucristo… con plena seguridad por el Espíritu Santo, salieron a proclamar las buenas nuevas de que había llegado el reino de Dios. Y así, predicando por campos y ciudades, designaron a las primicias (de sus labores), una vez hubieron sido probados por el Espíritu, para que fueran obispos y diáconos de los que creyeran. [San Clemente de Roma, Carta a los Corintios, Cap. 42 (MG I, 292)]
La salvación, que siempre es don del Espíritu, exige la colaboración del hombre para salvarse tanto a sí mismo como a los demás. Así lo ha querido Dios, y para esto ha establecido y asociado a la Iglesia a su plan de salvación. [Papa Juan Pablo II, Redemptoris Missio, n. 9]