1.33 Dios es uno y, al mismo tiempo, trino. ¿No es un sin sentido?
Dios existe como Padre, Hijo, y Espíritu Santo Este concepto de la Trinidad significa que el único Dios está presente en nosotros de tres maneras diferentes, a saber, tres personas que nos aman mucho.
La relación amorosa entre las tres personas de la Trinidad nos muestra lo que Dios es en su esencia: amor. Sin embargo, nunca seremos capaces de comprender por completo este misterio...
¿Puede la razón humana conocer, por sí sola, el misterio de la Santísima Trinidad?
Dios ha dejado huellas de su ser trinitario en la creación y en el Antiguo Testamento, pero la intimidad de su ser como Trinidad Santa constituye un misterio inaccesible a la sola razón humana e incluso a la fe de Israel, antes de la Encarnación del Hijo de Dios y del envío del Espíritu Santo. Este misterio ha sido revelado por Jesucristo, y es la fuente de todos los demás misterios. [CCIC 45]
¿Qué nos revela Jesucristo acerca del misterio del Padre?
Jesucristo nos revela que Dios es “Padre”, no sólo en cuanto es Creador del universo y del hombre sino, sobre todo, porque engendra eternamente en su seno al Hijo, que es su Verbo, “resplandor de su gloria e impronta de su sustancia” (Hb 1,3). [CCIC 46]
¿Quién es el Espíritu Santo, que Jesucristo nos ha revelado?
El Espíritu Santo es la tercera Persona de la Santísima Trinidad. Es Dios, uno e igual al Padre y al Hijo; “procede del Padre” (Jn 15,26), que es principio sin principio y origen de toda la vida trinitaria. Y procede también del Hijo (Filioque), por el don eterno que el Padre hace de Si mismo al Hijo. El Espíritu Santo, enviado por el Padre y por el Hijo encarnado, guía a la Iglesia hasta el “conocimiento de la verdad plena” (Jn 16,13). [CCIC 47]
¿Cómo expresa la Iglesia su fe trinitaria?
La Iglesia expresa su fe trinitaria confesando un solo Dios en tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Las tres divinas Personas son un solo Dios porque cada una de ellas es idéntica a la plenitud de la única e indivisible naturaleza divina. Las tres son realmente distintas entre sí, por sus relaciones recíprocas: el Padre engendra al Hijo, el Hijo es engendrado por el Padre, el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo. [CCIC 48]
¿Cómo actúan las tres divinas Personas?
Inseparables en su única sustancia, las divinas Personas son también inseparables en su actuar: la Trinidad tiene una sola y misma operación. Pero en el único actuar divino, cada Persona se hace presente según el modo que le es propio en la Trinidad.
«Dios mío, Trinidad a quien adoro... pacifica mi alma. Haz de ella tu cielo, tu morada amada y el lugar de tu reposo. Que yo no te deje jamás solo en ella, sino que yo esté allí enteramente, totalmente despierta en mi fe, en adoración, entregada sin reservas a tu acción creadora» (Beata Isabel de la Trinidad)
[CCIC 49]
¿Creemos en un solo Dios o en tres dioses?
Creemos en un solo Dios en tres personas (Trinidad). "Dios no es soledad, sino comunión perfecta" (Benedicto XVI, 22 de mayo de 2005).
Los cristianos no adoran a tres dioses diferentes, sino a un único ser, que es trino (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y sin embargo uno. Que Dios es trino lo sabemos por Jesucristo: Él, el Hijo, habla de su Padre del Cielo ("Yo y el Padre somos uno", Jn 10,30). Él ora al Padre y nos envía el Espíritu Santo, que es el amor del Padre y del Hijo. Por eso somos bautizados "en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" (Mt 28,19). [Youcat 35]
¿Podemos deducir por lógica que Dios es trino?
No. La presencia de tres personas (Trinidad) en un solo Dios es un misterio. Sólo por Jesucristo sabemos que Dios es Trinitario.
Los hombres no pueden deducir por medio de su propia razón el misterio de la Trinidad. Pero pueden reconocer la razonabilidad de este misterio, cuando aceptan la revelación de Dios en Jesucristo. Si Dios estuviera solo y fuera solitario, no podría amar desde toda la eternidad. Iluminados por Jesucristo, podemos encontrar ya en el Antiguo Testamento (por ejemplo, Gen 1,2; 18,2; 2 Sam 23,2) e incluso en toda la creación, huellas de la Trinidad. [Youcat 36]
¿Por qué Dios es "Padre"?
Veneramos a Dios como Padre, en primer lugar, por el hecho de que Él es el Creador y cuida con amor de sus criaturas. Jesús, el Hijo de Dios, nos ha enseñado además a considerar a su Padre como nuestro Padre y a dirigirnos a él como "Padre nuestro".
Muchas religiones anteriores al Cristianismo conocen ya el trato a Dios como "Padre". Ya antes de Jesús se hablaba en Israel de Dios como el Padre (Dt 32,6; Mal 2,10) y se sabía que es también como una madre (Is 66,13). En la experiencia humana el padre y la madre son la representación del origen y la autoridad, de aquello que protege y sostiene. Jesús nos muestra de qué modo Dios es realmente Padre: "Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre" (Jn 14,9). En la parábola del hijo pródigo, Jesús responde al deseo más profundo que el ser humano tiene de un Padre misericordioso. [Youcat 37]
¿Quién es el "Espíritu Santo"?
El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad y tiene la misma naturaleza divina del Padre y del Hijo.
Cuando descubrimos la realidad de Dios en nosotros, entramos en contacto con la acción del Espíritu Santo. Dios "envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo" (Gál 4,6), para que nos llenase completamente. En el Espíritu Santo el cristiano encuentra una alegría profunda, paz interior y libertad. "Porque ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud para recaer en el temor, sino que han recibido un Espíritu de hijos de adopción, en el que clamamos: ¡Abbá, Padre!" (Rom 8,15b). En el Espíritu Santo, que hemos recibido en el Bautismo y en la Confirmación podemos llamar a Dios "Padre". [Youcat 38]
¿Es Jesús Dios? ¿Forma parte de la Trinidad?
Jesús de Nazaret es el Hijo, la segunda persona divina, a quien aludimos cuando rezamos: "En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" (Mt 28,19).
O bien Jesús era un impostor al hacerse señor del Sabbath (sábado) y dejar que se dirigieran a él con el título divino de "Señor", o era realmente Dios. Llegó a provocar escándalo al perdonar los pecados. Esto, a los ojos de sus contemporáneos, era un crimen digno de muerte. Mediante los signos y los milagros, pero especialmente a través de la Resurrección, los discípulos se dieron, cuenta, de quién era Jesús y lo adoraron como el Señor. Ésta es la fe de la Iglesia. [Youcat 39]
Reconocemos un Dios y un Hijo su Logos (= Palabra) y un Espíritu Santo, unidos en esencia – el Padre, el Hijo, el Espíritu, porque el Hijo es la Inteligencia, la Razón, la Sabiduría del Padre, y el Espíritu, una afluencia, como luz del fuego. [Atenágoras, Una Súplica para los Cristianos, Cap. 24 (MG 6, 945]