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Anterior:M.1 No soy muy creyente ... ¿cómo puedo encontrar una base para mi vida militar? ¿Vale la pena creer?
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M.2 ¿Cómo puedo ser cristiano en el ejército? ¿Es un católico mejor soldado?

Creyente y militar

La Biblia enseña “No matarás” (Ex 20,13), y aún así los cristianos se alistan en el ejército para librar guerras ... “No asesinarás” es una mejor traducción, pues en casos extremos, el uso de fuerza (letal) es aceptable en defensa – siempre que sea proporcional a la amenaza y en defensa de los débiles y vulnerables. Incluso es verdaderamente cristiano defender a los necesitados. La vida es infinitamente preciosa para Dios, y tiene que ser defendida.

Mientras no se logre una paz duradera en el mundo, algunos cristianos tendrán que empuñar sus espadas para librarse del mal y traer la paz, pero usarán la violencia con dolor en su corazón. Como dijo el Papa Juan Pablo II, la guerra no siempre es inevitable, pero es siempre una derrota de la humanidad. Los cristianos pueden ser grandes soldados si en cada acción trabajan para defender y glorificar el amor, la justicia, la compasión, la fiabilidad y la generosidad de Dios.

Las fuerzas armadas y la fe no son contrarias: mediante la integración de un estilo de vida cristiana en el ejército puedes servir al Evangelio y defender sus valores como un gran soldado.
La sabiduría de la Iglesia

¿Por qué ha de ser respetada la vida humana?

La vida humana ha de ser respetada porque es sagrada. Desde el comienzo supone la acción creadora de Dios y permanece para siempre en una relación especial con el Creador, su único fin. A nadie le es lícito destruir directamente a un ser humano inocente, porque es gravemente contrario a la dignidad de la persona y a la santidad del Creador. «No quites la vida del inocente y justo» [CCCC 466].

¿Por qué no se puede disponer de la propia vida ni de la de los demás?

Sólo Dios es señor de la vida y de la muerte. Excepto en caso de legítima defensa o de auxilio necesario nadie puede matar a una persona. Atentar contra la vida es un crimen ante Dios. La vida humana es sagrada, es decir, pertenece a Dios, es su propiedad. Incluso nuestra propia vida únicamente nos está confiada. Dios mismo nos ha dado la vida; sólo él puede tomarla de nuevo. En el libro del Éxodo se dice literalmente: «No matarás» (Éx 20,13). [Youcat 378].

¿Qué acciones están prohibidas por el precepto de no matar ?

Están prohibidos el asesinato y la cooperación en el mismo. Está prohibido el asesinato en la guerra. Está prohibido el aborto de un ser humano desde su concepción. Están prohibidos el suicidio, la automutilación y la autodestrucción. También está prohibida la eutanasia, es decir, poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Hoy se infringe a menudo la prohibición de matar por motivos aparentemente humanos. Pero ni la eutanasia ni el aborto son soluciones humanas. Por eso la postura de la Iglesia ante estas cuestiones es de una claridad meridiana. Todo aquel que procure un aborto, ejecutándolo directamente o prestando su colaboración necesaria, si el aborto se produce, está automáticamente excomulgado. Cuando se suicida una persona mentalmente enferma, su responsabilidad está no pocas veces disminuida y con mucha frecuencia totalmente anulada [Youcat 379].

¿Por qué la legítima defensa de la persona y de la sociedad no va contra esta norma?

Con la legítima defensa se toma la opción de defenderse y se valora el derecho a la vida, propia o del otro, pero no la opción de matar. La legítima defensa, para quien tiene la responsabilidad de la vida de otro, puede también ser un grave deber. Y no debe suponer un uso de la violencia mayor que el necesario. [CCCC 467].

¿Por qué, sin embargo, se debe aceptar la muerte del otro en el caso de legítima defensa?

Quien ataca la vida de otros puede y debe ser frenado, en caso necesario mediante la muerte del agresor. La legítima defensa no es sólo un derecho; puede ser incluso un deber grave para quien es responsable de la vida de otros. No obstante, las medidas de legítima defensa no deben recurrir a medios abusivos ni ser desproporcionadamente violentas [Youcat 380].

¿Qué es la legítima defensa?

La prohibición de la muerte no suprime el derecho de impedir que un injusto agresor incapaz de infligir daño. La legítima defensa es un deber grave, para el que es responsable de la vida de otros o el bien común [CCC 2321].

Esto es lo que dicen los Papas

“Las fuerzas de la ley - militar y policial - tienen la misión de asegurar un ambiente seguro, para que cada ciudadano pueda vivir en paz y serenidad. [En vuestras familias, en las diversas áreas en las que operáis, que podáis ser instrumentos de reconciliación, constructores de puentes y sembradores de paz.] De hecho, estáis llamados no sólo a prevenir, gestionar y poner fin a los conflictos, sino también a contribuir a la construcción de un orden fundado en la verdad, en la justicia, en el amor y en la libertad, según la definición de San Juan XXIII de la paz en su Encíclica Pacem in Terris (nn. 18 y ss.)” [Papa Francisco, Audiencia general, 30 de abril de 2016]