3.12 ¿Cómo se reza el rosario?
Puedes cargar contigo un rosario en todo momento. Un rosario es una cadena de cuentas con cinco series de diez cuentas. Después de un Padre Nuestro, rezamos diez Ave Marías.
A medida que vamos rezando el rosario, recordamos ciertos hechos en las vidas de Jesús y de María. Estos hechos son llamados "misterios del rosario". El rosario es como una corona de oraciones (rosas) que ofrecemos a María, mientras pedimos su oración.
¿Cómo reza la Iglesia a María?
La Iglesia reza a María, ante todo, con el Ave María, oración con la que la Iglesia pide la intercesión de la Virgen. Otras oraciones marianas son el Rosario, el himno Akathistos, la Paráclesis, los himnos y cánticos de las diversas tradiciones cristianas. [CCIC 563]
¿Cómo rezamos el Rosario?
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1. En el Nombre del Padre…
2. El Credo de los Apóstoles
3. Padre Nuestro
4. Tres Ave Marías
5. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre. Por los siglos de los siglos. Amén.
6. Cinco decenas, cada una de ellas con un Padre Nuestro, diez (10) Ave Marías y un Gloria al Padre.
El Rosario completo consta de Misterios Gozosos, Luminosos, Dolorosos y Gloriosos.
Los Misterios Gozosos (lunes y sábado)
1. La Anunciación del Señor a María
2. La Visitación de María a Isabel
3. La Natividad de Nuestro Señor Jesucristo
4. La Presentación del Niño Jesús en el Templo
5. El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo
Misterios luminosos (jueves)
1. El Bautismo de Jesús en el Jordán
2. Las bodas de Caná
3. La proclamación del Reino
4. La Transfiguración
5. La institución de la Eucaristía
Misterios dolorosos (martes y viernes)
1. La Oración de Jesús en el Huerto
2. La Flagelación del Señor
3. La Coronación de espinas
4. Jesús carga la Cruz camino al Calvario
5. La Crucifixión y Muerte de Jesús
Misterios gloriosos (miércoles y domingo)
1. La Resurrección del Señor
2. La Ascensión de Jesús a los Cielos
3. La Venida del Espíritu Santo
4. La Asunción de María Santísima a los Cielos
5. La coronación de María como Reina de Cielo y tierra
[Youcat 481]
El Rosario, precisamente a partir de la experiencia de María, es una oración marcadamente contemplativa. Sin esta dimensión, se desnaturalizaría, como subrayó Pablo VI: “Sin contemplación, el Rosario es un cuerpo sin alma y su rezo corre el peligro de convertirse en mecánica repetición de fórmulas y de contradecir la advertencia de Jesús: “Cuando ustedes oren, no sean charlatanes como los paganos, que creen ser escuchados en virtud de su locuacidad” (Mt 6, 7). Por su naturaleza el rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso, que favorezca en quien ora la meditación de los misterios de la vida del Señor, vistos a través del corazón de Aquella que estuvo más cerca del Señor, y que desvelen su insondable riqueza”. [Papa Juan Pablo II, Rosarium Virginis Mariae, n. 12]