6.2 No puedo ayudar a todos; ¿dónde está el límite? ¿Qué es la caridad? ¿Cuánto debería dar? ¿Por qué la Iglesia es tan rica? ¿Mi dinero está bien usado? ¿Y si soy pobre?
“Porque no hay nada imposible para Dios” (Lc 1,37). No estás solo: Dios está contigo. Él te invita a intentar hasta lo imposible. Si solo un poco de gente lo hiciera, ellos inspirarían a otros. Ningún individuo puede acabar con toda la pobreza, ¡pero la población mundial entera puede! Caridad es cada acto de amor que ayuda a promover el bienestar de los demás seres humanos. Seas rico o pobre, tendrás tiempo, energía, ideas, amor, y posesiones para compartir con los demás.
En lugar de preguntarte ‘¿qué es suficiente?’ podrías preguntarte ‘¿cuánto puedo dar?’ Solo tu puedes discernir cuánto es razonable dar. Gran parte de la ‘riqueza’ de la Iglesia está en la infraestructura y la tierra para las escuelas, hospitales, iglesias, y otras instituciones caritativas. Mientras que siempre debemos vigilar que las donaciones sean bien usadas, debemos tratar que ‘nuestra mano izquierda ignore lo que está dando la derecha’ (Mt 6,3).
¿Qué es la caridad?
La caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor a Dios. Jesús hace de ella el mandamiento nuevo, la plenitud de la Ley. Ella es «el vínculo de la perfección» (Col 3, 14) y el fundamento de las demás virtudes, a las que anima, inspira y ordena: sin ella «no soy nada» y «nada me aprovecha» (1 Co 13, 2-3) [CCIC 388].
¿Cuál es la finalidad de la propiedad privada?
La finalidad de la propiedad privada es garantizar la libertad y la dignidad de cada persona, ayudándole a satisfacer las necesidades fundamentales propias, las de aquellos sobre los que tiene responsabilidad, y también las de otros que viven en necesidad [CCIC 505].
“No se puede vivir la caridad sin tener relaciones interpersonales con los pobres: vivir con los pobres y para los pobres. Los pobres no son números sino personas. Porque viviendo con los pobres aprendemos a practicar la caridad con el espíritu de pobreza, aprendemos que la caridad es compartir. En realidad, no solo la caridad que no llega al bolsillo es una falsa caridad, sino que la caridad que no involucra al corazón, el alma y todo nuestro ser es una idea de caridad que aún no se ha realizado” [Papa Francisco, A Caritas Internationalis, 27 de mayo de 2019].